Con el fin de respetar la igualdad de trato y de oportunidades en el ámbito laboral, y el deber de adoptar medidas para evitar cualquier tipo de discriminación laboral entre mujeres y hombres, las entidades no lucrativas con personal contratado deben tener un Protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo.
Si tienes dudas y quieres recibir asesoramiento gratuito en materia de igualdad de género y diversidad sexual, puedes trasladar tu consulta a la Oficina técnica para la equidad de género y la diversidad sexual.
De conformidad con el artículo 48 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, por la igualdad de mujeres y hombres, toda entidad sin ánimo de lucro con personal contratado debe aplicar medidas de sensibilización, prevención y actuación ante cualquier conducta de acoso sexual y/o por razón de sexo. Todo esto se recoge en el Protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo, que incluye políticas preventivas y un procedimiento de actuación definido. Además, debe estar al alcance de toda persona vinculada a la entidad.
Desde septiembre de 2023, los protocolos se pueden registrar en el REGCON (Registro y Depósito de Convenios Colectivos, Acuerdos Colectivos de Trabajo y Planes de Igualdad). Aunque no es obligatorio registrar el protocolo, se prevé que lo sea próximamente.
¿QUÉ VENTAJAS TIENE REGISTRAR EL PROTOCOLO?
- Para poder presentarse a concursos públicos, porque cada vez más es un requisito imprescindible.
- Porque se valora positivamente en las concesiones de subvenciones y ayudas.
- Porque legitima el protocolo. Es decir, es una forma de demostrar que el protocolo cumple con la normativa, dado que es revisado por el departamento correspondiente.
- Porque manifiesta una mayor confianza hacia la entidad. Disponer de un protocolo registrado puede proporcionar seguridad para interponer la denuncia interna.
- Porque ante posibles denuncias por acoso, será demostrable la existencia previa del protocolo y su aplicación.
- Porque manifiesta el compromiso de la entidad con la lucha contra las violencias.
Disponer de un protocolo registrado manifiesta la protección y el apoyo hacia las personas que hayan podido vivir una situación de acoso y proporciona legitimidad a la entidad como espacio seguro y de lucha contra cualquier tipo de situación de acoso sexual y razón de sexo.
Por este motivo, desde la Oficina técnica para la equidad de género y la diversidad sexual se recomienda el registro de los protocolos de las entidades del tercer sector.